El récord de asistencia fue en la final entre Países Bajos y Argentina, con 7.109 espectadores, seguido del España-Argentina, que congregó a 6.660 aficionados de ambos países.
En los partidos de la selección española, que cayó en cuartos de final, la media fue de unos 4.000 espectadores. Unas cifras que han sido del agrado de los organizadores.
El 62% del público fue español, con un 79% procedente de Cataluña y un 21% del resto de España. Del 38% de extranjeros, el 8% fueron procedentes de Países Bajos y el 5% de Argentina, mientras que Reino Unido, Bélgica, Australia y Alemania, aportaron un 2% cada uno.
Eso sí, más allá de las cifras oficiales mostradas este miércoles, el número de argentinos residentes en España hace que su repercusión fuera superior a los datos oficiales.
El presidente del Comité Organizador, Miguel Angel Moreno, se mostró "orgulloso" tanto "por la repercusión que ha tenido para el hockey y el deporte femenino como para la ciudad de Terrassa".
Berta Bonastre, directora del evento, reconoció que "tanto las selecciones como los diferentes organismos nacionales e internacionales" les han transmitido "su agradecimiento por el Mundial".
Por su parte, David Serrahima, en representación de la Federación Española de Hockey, agradeció el esfuerzo del ayuntamiento de Terrassa para que el Mundial fuera un éxito y avanzó que "se han puesto las bases para colaborar en futuros acontecimientos".
Todos los presentes han destacado la labor de los voluntarios durante el Mundial.