Ogier pilotando para Toyota Gazoo Racing este año y comenzó su temporada a tiempo parcial con una actuación estelar en los Alpes franceses, dominando las reviradas carreteras de asfalto y aventajando en 18,8 segundos a su compañero de equipo en el GR Yaris, Kalle Rovanperä, en un dominante doblete de la escudería japonesa.

Sus nueve victorias abarcan tres décadas y las ha logrado con cinco constructores diferentes. Para rematar el fin de semana perfecto de Ogier, su copiloto Vincent Landais celebró su primera victoria mundialista.

El francés lideró el inicio de la temporada de principio a fin, con más de 30 segundos de ventaja durante la primera jornada de acción en las montañas de Mónaco.

Rovanperä redujo esa desventaja a sólo 16 segundos de cara al final del domingo, pero Ogier, a quien un pinchazo retrasado le privó de la gloria hace 12 meses, mantuvo la calma para conservar la ventaja durante las cuatro últimas especiales.

"Es brutal", sonrió Ogier. "Me encanta este rallye. Es el que me hizo soñar desde el principio y me alegro mucho por Vincent. Para mí es bonito, pero para él es un sueño conseguir su primera victoria.

"Todavía tenemos que disfrutar de estos momentos y por eso seguimos aquí en el WRC, para conseguir algunas victorias como ésta. Ganar una prueba famosa como el Monte no tiene precio".

Rovanperä terminó en lo más alto al ganar el Wolf Power Stage para añadir cinco puntos extra a su cuenta. Como piloto a tiempo completo mejor clasificado, la defensa del título del joven finlandés ha tenido un inicio sólido.

"Ha sido una buena carrera", afirma. "Creo que podemos estar bastante contentos con el segundo puesto".