El escrito de acusación de la fiscalía de Sabadell, al que ha tenido acceso EFE, afirma que entre enero de 2011 y octubre de 2012 Bustos pagó múltiples gastos personales como comidas en restaurantes o viajes privados con el dinero de la Federació Catalana de Municipis, de la que era presidente y cuya financiación se nutría del dinero público de ayuntamientos, consejos comarcales y la propia Generalitat.
Al escrito de acusación del ministerio público se ha adherido la acusación popular, ejercida por la plataforma Sabadell Lliure de Corrupció, que pide la misma pena que la fiscalía para Bustos: dos años y un mes de cárcel.
El escrito de calificación recoge hasta 43 gastos personales realizados por Bustos que suman un total de 5.565 euros y que los pasó como gastos de la FMC, atribuyéndoles conceptos como "relaciones públicas, dietas o desplazamientos".
Entre los 43 gastos se encuentran, entre otros, un gasto de 180 euros en un restaurante de Barcelona, una compra por valor de 350 euros en una charcutería de Sabadell, un tiquet de 55 euros del parking del aeropuerto de El Prat durante sus vacaciones o unos billetes de avión a Sevilla (420 euros) para acudir al congreso federal del PSOE que se celebró allí del 3 al 5 de febrero de 2012.
El relato de la Fiscalía asegura que los gastos los realizaba Bustos con su patrimonio personal, que luego pasaba la factura a la FMC y que esta le restituía el coste de la presunta dieta en efectivo.
Con todo, la Fiscalía entiende que tal comportamiento supone dos delitos de malversación de caudales públicos -uno en su modalidad continuada y uno simple- por lo que pide dos años y un mes de cárcel además de cuatro años de inhabilitación para cargo público.
El ministerio público acusa también en su escrito al secretario de la FMC en la época, a una trabajadora de la entidad y al director de la fundación privada ACSAR por haber cobrado una subvención irregular de 24.000 euros de la FMC.
UNA HIPOTÉTICA TERCERA CONDENA
En los próximos meses debería celebrarse el juicio por estos hechos y, en caso de que Bustos fuera condenado, sería su tercera condena por el caso Mercurio.
El caso Mercurio nació en 2012 como un escándalo de presuntas adjudicaciones irregulares a constructoras en el Ayuntamiento de Sabadell, que dio lugar a una investigación más amplia acerca de las corruptelas de Bustos, que era el alcalde de la ciudad en aquel momento.
De hecho, el edil socialista esquivó cualquier responsabilidad en la cuestión de las adjudicaciones urbanísticas, pero la investigación reveló conductas delictivas de Bustos que derivaron en dos causas judiciales por las que ha sido condenado.
En 2015 recibió una condena de 16 meses de cárcel por ejercer tráfico de influencias y 'colocar' a una persona afín al PSC en al Ayuntamiento de Montcada i Reixac y en 2021 le fue impuesta una segunda condena, de tres años de cárcel, por ordenar a la Policía Local de Sabadell que retirara multas a sus familiares.
Actualmente, Bustos está cumpliendo la segunda condena en la cárcel de Quatre Camins (La Roca del Vallès) aunque lo hace en un régimen que le permite dormir en casa algunos días de la semana