De entrada nos sedujo el color. Un llamativo color verde Matcha con el techo de color negro que cuadra muy bien con esa idea de coche atractivo. En Opel plantean esta apuesta por las versión eléctrica con un Mokka-e hecho a medida.

Tan es así que la versión eléctrica presenta un modelo más pequeño. Son 4’15 metros de largo. O lo que es lo mismo 12 centimetros más corto que antes. Tiene 1’79 de ancho por 1’53 de alto. Los neumáticos tienen unas llantas de 18 pulgadas.

Es un coche es estéticamente muy atractivo por fuera. Por delante destaca por su morro con los faros incrustados en una misma línea con el logotipo de Opel en el centro marcando músculo. Mientras por abajo un rejilla completa toda la parte inferior del vehículo

Por detrás sus pilotos  muy estilizados en una línea horizontal y de nuevo con el logo de Opel centrado. Todo ello dentro de un robusto pontón mientras por debajo las letras de Mokka en el centro y con el e eléctrico en la parte inferior derecha.

Nos pareció muy interesante el interior del vehículo. Asientos muy confortables con un volante con buen tacto. Tanto el volante como los asientos son calefactados. Como suele ser norma por delante hay mucho más espacio mientras que los asientos traseros van más cortos sobre todo la parte del medio, pero con una notable visibilidad.

Por delante y en el centro del salpicadero, las dos pantallas de de 12 y 10 pulgadas con la imprescindible información del uso de energía y la autonomía. Con la conectividad y compatibilidad con Apple y Android. Francamente nos encantó por dentro el aspecto del Mokka-e.

En cifras eléctricas, el Mokka-e tiene un motor de 136 CV que sale de sus 100kw y alcanza una autonomía de 318 kilómetros en medio normal, que aumenta si abusamos de la conducción eco y se reduce si lo hacemos con el perfil sport.

Conducimos cómodamente por ciudad – probamos tanto en conducción normal y también en eco para ahorrar. Todo hay que decirlo con muchas miradas hacia el atractivo Mokka-e, el coche y su verde llama la atención y gusta. Tiene poco gasto por ciudad mientras que en autopista regulamos de la mejor manera en normal para maximizar la autonomía. También tiene el perfil Sport.

Una de las pocas pegas que le ponemos al Mokka-e es la apertura del maletero. Esta muy abajo, encima de la matrícula y nos despista. Cosas de probarlo solo unos días. Una vez lo tienes ya no hay más historia. Tiene una capacidad de 315 litros, bastante menos que el Mokka tradicional. Cosas de los eléctricos. Eso sí, tiene un doble fondo que ayuda además por la capacidad cuando abatimos los asientos traseros.

Un coche francamente atractivo en la medida de la renovación iniciada por Opel dentro del grupo Stellantis.