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JORDI SÁNCHEZ NIETO. DIARI DE SABADELL 21.7.15
Villaécija cumplirá en Rusia su séptima presencia en unos Mundiales. Algo que está al alcance de muy pocos nadadores. El Club, que siempre ha tenido a los mejores nadadores del país en sus filas, pudo por fin hacerse con sus servicios el pasado mes de septiembre tras encontrarse sin equipo tras seis años en el Sant Andreu. «Fue un momento muy difícil. En ese instante surgió la opción del Club, gracias a Enric Bertrán (presidente de la Catalana) y Miquel Torres (presidente del Club) y me permitieron compaginar la natación, trabajando en la escuela Santa Clara».
Antes, «en 2008 estuve a punto de venir, pero el Club se decantó por Mireia, en el momento en que el Hospitalet tuvo problemas económicos».
La longevidad en la natación, al igual que uno de sus referentes el gran Alexander Popov tiene mucho que ver en la carrera de Erika. «La cabeza es lo más importante. Tener claros cuáles son tus objetivos y físicamente estar preparada para ello. Ambición y constancia. Lo que te frena es la cabeza, no el físico».
Estar en el top-10 para Río
Ha centrado sus objetivos en aguas abiertas y así en Banyoles logró clasificarse para el Mundial de Kazan. Exitazo. «Está claro que nunca piensas que nadarás en siete Mundiales. Estamos a un año de los Juegos de Río y quiero estar en el top-10 que se clasifican. Así podría prepararme con tranquilidad y volver a tener una beca, cosa que este año no he tenido».
El cambio de piscina a aguas abiertas «me costó en un principio. Estaba acostumbrada a nadar marcando mi ritmo en la piscina. No estaba habituada al contacto y depender un poco del resto. En Banyoles, estaba un poco nerviosa y le pedí consejo a Damian Blaum. Junto a Esther Núñez, Alice Franco o antes David Meca, hay un gran ambiente».
Tirando del carro
Erika siempre ha dado la cara. Con apenas 20 años en el 2004 ya era doble campeona de Europa en unos tiempos difíciles. «Hubo un momento entre el 2003 y el 2008 en que había un vacío y yo tiré del carro. Tuve muchas movidas con temas federativos y, me las comí yo, pero la natación al final es justa. Si tu haces la mínima, vas al campeonato, y si trabajas el resultado llega».
Fue la cabeza de lanza. «A partir del 2008 llegó gente muy buena como Mireia o Judith que mejoraron mis resultados ¿Ejemplo? No sé, pero al menos pudieron verme como alguien que ha tenido continuidad con gente buena».
El año 2010 se proclamó campeona del mundo en piscina corta en Dubai demostrando su calidad en una finalísima de gran nivel con Mireia, la estadounidense Katy Ziegler o la danesa Lotte Friis.
Erika tenía previsto colgar el bañador tras el Mundial de Barcelona 2013. Sin embargo... «no fue como esperaba. Lo pasé mal. Fue un golpe muy duro y luego se confirmó que el problema era por una mononucleósis que me dejó sin fuerzas. Pasaron los meses y volví a nadar y sobretodo esta temporada he recuperado la confianza. Ahora nado sin presión. Me encuentro igual que en el 2011 a un año de los Juegos de Londres».
Muchos nombres propios en su carrera. Obviamente el de Joan Fortuny. «Mi entrenador desde el 2001 y es como mi padre, aunque hayamos tenido de todo en este tiempo». El recuerdo para Paul Wildeboer. «Siempre me dio consejos, incluso cuando estaba entrenando en Dinamarca y en el 2011 acudí a México».
«También con Olaf y Aschwin. Siempre muy amigos. Incluso ahora entreno los miércoles en la misma calle que Aschwin. Son de las pocas personas que cuando acabe de nadar estarán en mi vida».
GRACIAS CAMPEONA
