Jordi Bransuela és la imatge del Centre d’Esports Sabadell. Va entrar al club com a benjamí fins a fer la pretemporada amb el primer equip, després de jugar i molt bé a futbol pels equips de la ciutat, fa 15 anys va començar l’etapa com a referent, molt més que el responsable de material.

Antonio Hidalgo se ha despedido por segunda vez de su Sabadell. En 2015 lo hizo como capitán después de tres años y medio en el club y hoy lo ha hecho ya como ex entrenador dos años y medio después de su llegada en abril de 2019 para salvar al equipo. Entonces dejó a su familia en Chipre, a 4 mil kilómetros por su amor deportivo por el Sabadell. Hoy se marcha con un pero “no haber convencido a una serie de jugadores de creer en mi idea de fútbol”.

Jordi Bransuela se ha convertido con todo merecimiento en un referente para entender el Sabadell de esta década. A los que le vimos jugar seguimos pensando que debió ser también parte como jugador del primer equipo. Su iniciativa de llevar una butaca del Estadi a tierras andaluzas como símbolo de la afición es realmente maravillosa. Nos representa a todos, el mago Bransuela. Jordi ya estuvo en la grada de Ipurua hace 9 años y esta vez en Marbella lo hará en representación de todos, desde el banquillo.