Aschwin Wildeboer no tiene que demostrar nada a nadie. Tradicionalmente no han sido muchos los nadadores que asoman a la treintena con ganas de seguir con retos. Y más si como en su caso ya con 18 años pudo cumplir el sueño de todo deportista como es participar en unos Juegos Olímpicos y además junto a su hermano Olaf. El significado extra de ser en la histórica Atenas en el 2004.

Cuatro años después hizo madrugar a sus amistades para ver la final olímpica de los 100 espalda en Pekin’2008. Con 26 años, compitió en su tercera Olimpiada en Londres’2012.

La posibilidad de un cuarto periodo olímpico comenzó en el Mundial de Barcelona’2013 donde por muy poco se le escapó su segunda medalla mundialista, tras el bronce del Foro Itálico romano en el 2009. 

La enfermedad de su padre, entrenador y referente, Paulus, y su posterior fallecimiento en mayo del 2014 supuso un duro golpe. La emoción siempre embarga al nombrar al mejor entrenador del Club en el siglo XX. Aschwin dejó de nadar y al tiempo se operó del hombro gastado después de tantos años de esfuerzo acuático.

Hace poco más de mes y medio volvía a competir en el Campeonato de España de Gijón. Si, el verbo ‘volver’ tiene significado esta es la historia de su retorno. «2015 ha sido un año muy diferente. Raro. He aprendido mucho en la vida personal. Durante toda mi vida, he estado siempre pendiente de nadar, prácticamente no hacía más que eso. He podido pensar en muchas cosas. He disfrutado compaginando tanto mis entrenamientos y estar con amistades fuera de la piscina. Es por ello que ahora me noto muy tranquilo y con ganas».

En el mencionado, campeonato de España de Gijón, reapareció y levantó la copa en el doblete del Club. «Llevaba dos años sin competir. En Gijón recuperé sensaciones de nadar con mi equipo. El espíritu, el ambiente. Las ganas de luchar nunca se pierden. Sin embargo aún me falta ‘afinar’.  Cada cosa a su tiempo y a ese punto quiero llegar en el Open de España». 

Marzo

Será entre los días 19 y 22 de marzo y en Sabadell. Allí todos los nadadores del país buscarán la marca mínima exigida para ir a los Juegos de Río’2016. «Estar en unos Juegos es admirable, dos es espectacular, tres, es especial y si logro estar en 4 Juegos es algo que está al alcance de pocos».

A estas alturas de su carrera, quiere entrar en el agua y disfrutar. No se fija más que un reto personal... y familiar. «Ahora nado por mí, no por subir al podio, no por lograr medallas, no por tener sponsors. Es algo muy especial que compartía con mi padre. Sería estúpido pasar página en este momento cuando puedo conseguirlo. Podría decir y hasta aquí hemos llegado pero no. Como decía mi padre ‘Escoger un camino fácil, no es una opción válida. No te aporta nada hacerlo por comodidad. La recompensa es mayor si llegar por otro camino».

En Navidades ha estado son su madre Winnie y su hermano Olaf. El mayor de los Wildeboer está triunfando como entrenador en Dinamarca. De tal palo, tal astilla.

Erika

La cantera del Club tiene dos referentes en Can Llong. Aschwin y una nadadora también de largo recorrido que afronta un reto similar como el que tiene nuestro protagonista. Erika Villaécija. «Es muy especial entrenar con ella. Prácticamente empezamos juntos y ambos tenemos esa ilusión de nadar cuatro Juegos Olímpicos y además ser compañeros de equipo. Aunque ahora ella compite en aguas abiertas y yo en piscina. Siempre hemos sido un pinya».