La Diputación de Barcelona ha presentado este martes en el recinto natural de Sant Llorenç Savall, el PVI que actuará durante un total de 72 días.

El dispositivo lo organiza la Diputación de Barcelona, en colaboración con 275 ayuntamientos, 124 agrupaciones de defensa forestal (ADF), 9 federaciones de ADF del territorio, el Secretariado de Federaciones y ADF de Cataluña y otras administraciones con la finalidad de evitar incendios forestales y limitar sus efectos.

La campaña de este año llega a la 28 edición. El PVI se inició en 1996 con una prueba piloto en la comarca del Alt Penedès y en 2000 se extendió en casi todos los municipios con superficie forestal de la provincia de Barcelona.

Según la Diputación, en estas más de dos décadas, se ha producido una sensibilización de la ciudadanía y una muy marcada disminución de las conductas de riesgo.

Los importantes cambios económicos, sociales y tecnológicos y el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas agroforestales hacen necesario, sin embargo, aplicar un plan de transición hacia la modernización del PVI.

Una de las novedades será la puesta en marcha de un nuevo modelo para las comarcas del Alt Penedès, Garraf y Vallès Occidental.

La nueva iniciativa comienza en estas comarcas por su representatividad de la diversidad del territorio y de la mano de las ADF se irá extendiendo paulatinamente al resto de la provincia.

El nuevo modelo implica a los agentes del territorio, grandes conocedores del terreno y con contacto muy directo y habitual con la ciudadanía y operadores locales,
y separa más las funciones de vigilancia de las informativas para incidir con mayor precisión en la prevención y sensibilización.

El dispositivo centra los recursos en los días y horas de mayor riesgo de producirse un gran incendio forestal y los adapta al territorio para aumentar su eficiencia y
eficacia.

Durante los días y horas de peligro alto y muy alto de incendio (nivel 2 y nivel 3 del Plan Alfa, respectivamente), se activará una unidad de ADF en cada municipio de las
tres comarcas, con la coordinación de la Federación de ADF del Penedès-Garraf y la Federación de ADF del Vallès Occidental.

Las ADF realizarán tareas de vigilancia e informarán de las incidencias detectadas, como pueden ser vertidos en el medio natural o anomalías en la red de puntos de agua.

Desde la Diputación de Barcelona, se hará el seguimiento del aviso, y al tiempo se mantendrá la comunicación con los ayuntamientos y el resto de administraciones por
evaluar su evolución y realizará las gestiones para la resolución definitiva.

El dispositivo garantiza un apoyo a las ADF por un mínimo de 1.000 activaciones de vigilancia preventiva en los días de máximo riesgo de incendio forestal.

Con la implicación de las ADF se pretende también reducir el tiempo de respuesta en la primera intervención en caso de fuego. Esto supone un punto clave para limitar sus efectos.

El plan de este año pone énfasis en los episodios de sequía, como el actual, que han supuesto un cambio en cuanto al comportamiento de los incendios se refiere.

Los incendios son cada vez son más rápidos y virulentos y dejan menos tiempo de reacción para la primera actuación.

La Diputación de Barcelona colabora con la formación de las ADF y con soporte técnico, material y económico por los gastos materiales generados entre el 15
de junio y el 15 de septiembre con 24.430 euros para cada una de las federaciones de ADF (48.860 euros en total).

Para garantizar la seguridad y comunicaciones de las ADF en acciones preventivas y de atención a las primeras intervenciones, la Diputación colabora también con el Secretariado de Federaciones y ADF de Cataluña que incluye un apoyo económico de 43.500 euros y la donación de 40 emisoras.

El dispositivo contará con un responsable de control, que se encarga de la coordinación de los efectivos que trabajen o colaboren en la vigilancia e información.

Las funciones estrictamente informativas las realizará un equipo de agentes cívicos, que se distribuirán en 6 unidades móviles y 1 coordinador (13 personas).

Las tareas consistirán en sensibilizar a la ciudadanía para evitar conductas de riesgo de incendio forestal y se intensificarán en aquellos puntos susceptibles de más peligro por la concentración de personas en el medio natural, como puede ser por la celebración de eventos.

Por su parte, las comarcas del Anoia, Bages, Baix Llobregat, Berguedà, Lluçanès, Osona, Moianès, Maresme y Vallès Oriental siguen este año el modelo de los años anteriores.

El dispositivo de 2023 cuenta con 75 unidades de información y vigilancia y 15 puntos de vigilancia fija (torres de vigilancia) para el período comprendido entre el 21 de junio y el 31 de agosto.

Este año se contratan 219 personas durante la campaña del PVI para el dispositivo ordinario.

Por otro lado, Los medios técnicos y humanos se dividen en tres sectores de prevención: Metropolitana Nord (Vallès Oriental, Barcelonès y Maresme), Metropolitana Sur (Anoia y Baix Llobregat) y Centro (Bages, Berguedà, Moianès, Lluçanès y Osona).

En cada sector existen centros de control ubicados principalmente en instalaciones de las sedes de federaciones de ADF o ADF, donde existe un operador que está permanentemente en contacto con los puntos de vigilancia fija y con las diferentes unidades móviles de información y vigilancia.

Se mantiene una comunicación continua con el centro de control central ubicado en Barcelona, que gestiona la televigilancia y que centraliza toda la información de los
diferentes sectores en la dirección del PVI.

El dispositivo tiene asignados, además, operadores en la sala central del Cuerpo de Agentes Rurales en Torreferrussa (Santa Perpetua de Mogoda) que mantienen contacto
permanente con el control central con el objetivo de que las incidencias detectadas puedan llegar también al Cuerpo de Agentes Rurales, y a la inversa.