El Taulí recuerda que los trastornos de conducta alimentaria (TCA) son un grupo de trastornos mentales que se caracterizan por alteraciones en la forma de pensar, sentir y comportarse en relación a la alimentación, el peso o la figura de uno mismo.

Destacan que, aunque es un trastorno que afecta, en su mayoría, a jóvenes adolescentes de unos 15 años, cada vez hay más casos de pacientes con 8 o 9 años o personas en edad adulta, incluso, con 60 años.

El psicólogo y especialista en TCA del CSMIJ del Parque Taulí, Alfredo Aguilar, ha asegurado que “los trastornos de conducta alimenticia están en todas las edades" y en este sentido los trastornos "son más frecuentes en mujeres que en varones y no diferencian en adultos o jóvenes".

Para Aguilar, "el problema es el tabú, que todavía existe en nuestra sociedad, y que envuelve a las personas que los sufren", este circunstancia "provoca un rechazo y una negación a la hora de pedir ayuda a un especialista, y cuando lo hacen, es demasiado tarde y la recuperación es mucho más lenta.

Los profesionales del Parc Taulí han insistido en la importancia de la prevención ”promocionando desde muy pequeños los hábitos saludables explicando que no existen alimentos buenos o malos".

La detección precoz del TCA es también muy importante para garantizar una evolución más positiva del paciente.

Desde el Taulí destacan la complicidad con los profesionales de la atención primaria, de los centros escolares y de las familias para detectar o informar de los posibles casos de riesgo para poder realizar una evaluación y una actuación rápida del trastorno de conducta alimentaria.

En el año 2022, entró en funcionamiento en el Centro de Salud Mental Infantojuvenil del Parc Taulí el nuevo servicio de Hospital de Día para adolescentes y jóvenes con Trastornos de Conducta Alimentaria.

Este nuevo dispositivo ha mejorado la calidad asistencial de los pacientes con TCA porque han recibido una intervención mucho más específica, con profesionales de diferentes perfiles especializados en trastornos de conducta alimentaria, como psiquiatras, psicólogos, enfermería especializada en salud mental, técnico auxiliar de enfermería, docencia, terapeutas ocupacionales y trabajo social.

Asimismo, ha mejorado el abordaje que pueden realizar los profesionales para ejecutar actuaciones más individualizadas.