Se nos llena la boca de palabras bonitas para definir en este caso al Superb Scout y lo trasladamos a las letras para sintetizar lo ideal que es esta gran berlina, con el enorme espacio interior habitual de Skoda y con un equipamiento que tiene mucho y bueno.

Una polivalencia que lo hace ser un coche, tal vez con poco nombre respecto a otros, pero que tiene lo que hay que tener para disfrutar conduciendo a un precio comparativamente a los de su segmento, muy muy a tener en cuenta.

Tuvimos la fortuna de probar consecutivamente este Superb Scout y posteriormente el Octavia. Los dos grandes hermanos se complementan y como el más grande de los dos, el Superb lo de todo en su casi 5 metros sin grandes alardes de diseño. En Skoda pese a las novedades de sus vehículos nuevos en esta última década – Kodiaq o Kamiq – los clásicos como el megaventas Octavia o el Superb no destacan por su diseño, pero si por su personalidad y un toque elegante.

Las medidas del Skoda Superb Scout alcanzan hasta los 4’86 metros de largo por 1’86 metros de ancho y 1’49 de alto, lo que nos lleva a una enorme distancia de ejes que alcanza los 2’84 metros. Como no podía ser de otra manera viendo tan impresionante dimensión, el interior del vehículo es enorme y muy bien aprovechado.

Donde es rotundamente ganador es en el maletero. Ni más ni menos que 660 litros, que si además nos da por querer meter, digamos una bicicleta y abatimos los asientos traseros llegamos hasta casi 2 mil litros, en concreto 1.950. Impresionante. Además de ello, Skoda con sus soluciones Simply Clever te permite sacar aún más partido del suculento espacio con argollas, redes y otros equipamientos, la mar de útiles.

Por fuera, su grandeza aumenta por su potente parrilla frontal que contrasta con el color blanco del modelo que probamos, su luces LED y sus llantas de 18 pulgadas.

Por dentro, lo que nos imaginábamos, pero más si cabe y se agradece cuando el que conduce es alto y eso cada vez que probamos un Skoda sea cualquier el modelo lo mostramos. Grandes los asientos delanteros. Grandes los asientos traseros con mucho espacio pues para las piernas y buena calidad en líneas generales en el interior del Scout. Hasta el asiento del medio en la parte de atrás, sin tener la comodidad que tiene los laterales está francamente bien. Al menos el quinto pasajero del viaje que hicimos no se quejó para nada, cosa que en estos vehículos es habitual. Además la distancia respecto al techo es francamente holgada. Y no solo hay  grandeza y comodidad, también el distintivo Scout en los asientos, para saber entre otras cosas, donde estamos.

Tecnologicamente la pantalla central es de 9 pulgadas y combina muy bien con todo lo que necesita pasando desde el navegador, a la conectividad como también en los usb.

Una vez puesto en carretera el Skoda Superb Scout es potente como no podía ser de otra manera con su motor de gasolina 2.0 TSI y una potencia de 272 CV. El otro modelo es el diesel TDI de 190 CV. Todo ello permite una conducción suave y ágil a través de su cambio automático DSG de 7 velocidades. Realizamos una buena parte de la prueba en autopista y la conducción en los diferentes perfiles resultó sin variaciones y encontramos lo que necesitamos. Su puesta de 0 a 100 es de tan solo 5’7 segundos con una velocidad máxima de 250. Desde Skoda apunta un consumo de combustible inferior a los 9 litros por cada 100Kms.