Fue una final espectacular, al igual que la de salto de altura masculino que se disputó al mismo tiempo. Una lástima para el espectador tener que lidiar con las imágenes televisivas que permitian, ver o no, los respectivos saltos.

Yulimar Rojas saltó 15'41 en el primer salto logrando el récord olímpico y quedandose a 9 centímetros del récord mundial de Inessa Kravets. La ucraniana hizo 15'50 metros en 1995. 26 años después y en el último salto, Rojas voló para con sus 15'67 metros, borrar 26 años después la mejor marca mundial.

La portuguesa Patricia Mamona con dos magníficos saltos de 14'91 y 15'01 batía por dos veces el récord de Portugal y se hacía con la plata. También tuvo que batir por dos veces, el récord de España, Ana Peleteiro. Primero para situarse tercera con 14'77. En el cuarto intento, la jamaica Shanieka Rickets saltó hasta los 14'84 situandose tercera. Peleteiro dio lo mejor de sí en el quinto salto triple y sus 14'87 se convirtieron en su medalla de bronce.

Un espectáculo maravilloso al que asistió desde la pista en su despedida olímpica, la última campeona de triple, la colombiana Caterina Ibargüen que quedó con 14'25.

Un espectáculo de ver saltar, de competir en Sabadell a Yulimar Rojas, a Ana Peleteiro. Ambas tienen de entrenador a uno de los más grandes saltadores de longitud, el cubano Iván Pedroso.

Otros muchos atletas de calidad como otra recordwoman mundial como Genzebe Dibaba y olímpicos han competido en Sabadell. A veces no se sabe lo que se tiene al lado de casa.