DIARI DE SABADELL 16.11.13. JORDI SÁNCHEZ/ NIETO

FOTOS´ LLUÍS FRANCO

Doble campeona de Europa con el Club, subcampeona olímpica y campeona del Mundo con la selección. Sin embargo todo pudo cambiar en el verano del 2011 cuando se rompió la mano y no fue al Mundial de Shanghai. Un año antes una apendicitis la dejó sin el Europeo del 2010. No se dio por vencida y gracias a ello ha vivido dos años de oro.

No tuve suerte en momentos claves. Llegué a pensar que igual el cuerpo me estaba diciendo que ésto se acaba. Era injusta conmigo mismo. Era fácil pensarlo tras ser undécimas en el Mundial. Me dí una última oportunidad a nivel de selección. Estar en el Preolímpico y salió bien.

Una oportunidad bien aprovechada ¿Soñaste alguna vez con lograr lo que habéis logrado?

Nunca. La realidad ha superado todas las expectativas. Siempre tienes el sueño cuando empiezas en tu deporte de llegar a unos Juegos y después jugar un Mundial o llegar a la final, pero nunca habría pensado en ser subcampeona olímpica, campeona del mundo y dos veces campeona de Europa.

...Y mejor jugadora del mundo.

Los títulos personales llegan gracias al colectivo. Gracias al trabajo, la insistencia y que nunca he tirado la toalla han llegado los mejores años de mi vida.

¿Cuál es el secreto del éxito del waterpolo femenino?

Hay dos cosas. Primero la serenidad. Por ejemplo teníamos un objetivo grande del equipo que era ir a los Juegos. Una vez logrado, somos muy competitivas. Queremos ganar siempre. Son estas dos cosas. Disfrutamos y salimos a por todas. 

Eso en la Olimpiada, pero en el Mundial en casa, notasteis la presión en la primera fase ¿no?

Si que teníamos presión. Perdimos ante Rusia y nos tocaba en cuartos de final, Estados Unidos. Era el partido de ahora o nunca. Si perdíamos quedábamos fuera de todo. Teníamos la espina de los Juegos. Les teníamos muchas ganas. Fue la clave para ganar el Mundial. Disfrutamos muchísimo ese partido. Nos metimos en semifinales, ganamos a Hungría y la final fue una pasada como ganamos a Australia. 

¿Qué os dice ahora vuestra compañera estadounidense Melissa Seidemann?

(Ja Ja). Le preguntamos cuál es el equipo que odiáis más. Ella dice. España. Es algo similar a nosotras tampoco nos gusta EE.UU. y en Europa tampoco gusta cuando se enfrentan al Sabadell.

¿Tienes alguna rutina especial antes de un campeonato?

Escucho siempre las mismas tres canciones de pop español.  Me gusta mucho ‘Hecho con tus sueños’ de Maldita Nerea. 

Eres la más rápida del equipo. En el Mundial ganaste casi todos los inicios de partido. La mejor waterpolista-nadadora también y todo con la música de Tiburón

Ni nos enteremos que sonaba Tiburón. Si gané todos los balones menos uno contra Hungría que fue fallo mío. Todo suma. Son cuatro posesiones más de partido. De pequeña era nadadora. 

De donde viene esa ‘mirada asesina’ en el agua. Toda una ‘killer’ 

Soy la primera que me sorprendo cuando veo por la tele la cara de mala leche que se me pone. Se me cambia la mirada. Siempre voy al límite y la capacidad de reacción en el inicio es fundamental.

Tres años sin perder un partido con el Club en cualquier competición del país y los que seguirán. ¿Cómo os motiváis?

Nos marcamos otros objetivos. Una motivación extra porque con respeto al resto de equipos estamos por encima. Premios para ganar y tenemos la costumbre de jugar uno o dos partidos con los chicos tanto en el Club como en el CAR.  Es el partido importante de la semana para hacer real del ritmo cuando juguemos en Europa.

Te has convertido en la imagen del waterpolo como por ejemplo cuando fuiste la primera en hablar tras la derrota de Madrid 2020 en Buenos Aires.

Mucha gente que no nos conoce. Lo importante es que se hable de waterpolo. Como capitana igual salgo más. Cuando voy es por el bien de waterpolo. Nunca decimos no porque es bueno, pero  no sacamos nada, ni sponsors.

¿Cuál es vuestro mensaje para que se fijen más en el waterpolo?

Igual hemos ganado en el peor momento en plena crisis y nadie apuesta. Lo más importante es que lo trasmitimos. La gente se engancha a los valores. El deporte te enseña unos valores y es lo que vale. Nuestro valor es ver el espíritu de las jugadoras. No, un equipo, una selección. Los valores nos hacen ser campeonas.

Emociones que os hacen llorar como el reportaje que os hizo en Navidad, ‘Informe Robinson’.

Estuve llorando toda la historia. La vi en un bar de Olot, La gente lloraba de emoción y yo también fue muy especial.

Cuéntanos alguna anécdota. En el Mundial, Ana, una niña de Cádiz vino desde el primer día con una pancarta que ponía que quería conocerme. No me gusta romper la rutina antes de un partido, pero hablé con ella. Era tanta la alegría que transmitía que le regalé un gorro el día de la final. Otra más graciosa es cuando vimos una pancarta que ponía ANO 01. Nos miramos extrañadas hasta que descubrimos que era ONA 10 al revés (por Ona Messeguer). Aguantamos la risa en plena ceremonia.

Tu voz ronca es una señal de identidad.

(Ríe). Se supone que hablo mal pero mis dos hermanos la tienen igual que yo. Si me cambian la voz no sabrán que soy yo.

Olotina sabadellense

Olotina, instalada muy a gusto en Sabadell.

¿Cómo es la Jenny fuera del agua?

Soy muy normal. Feliz. Disfruto, sonrío. Me gusta estar rodeada de gente que me hace sentir bien y hacerlas sentir bien. Me gusta salir y también quedarme en casa y ver ‘The Holidays’, una película que pongo un rato cuando me siento mal y disfruto.

¿Una frase final?

El waterpolo es mi vida.