España consiguió el oro mundialista tan solo 17 meses después de colgarse el oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta'1996. El seleccionador Joan Jané confeccionó un equipo con Jesús Rollán, Sergi Pedrerol, Salvador Gómez, Manel Estiarte, Gustavo Marcos, Pedro García, Jordi Sans, Dani Ballart, Iván Moro, Iván Pérez, Miguel Angel González, Rubén Michavila y Carles Sanz.

Han pasado 25 años de aquel oro, de aquella final ante la eterna campeona Hungría subiendo a lo más alto tras perder las dos finales previas en Perth'1991 y Roma'1994.

España ganó los tres partidos de la primera fase ante Sudáfrica (13-3), Grecia (7-6) y Brasil (9-3) con solo los apuros que opuso la entonces emergente selección helena.

Pasaron con cuatro puntos a la segunda fase, tras descontar el partido ante la eliminada Sudáfrica, y ahí vencieron a Eslovaquia por un claro 15-8. Los decisivos triunfos frente a Estados Unidos y Australia por un idéntico 5-4 permitieron a España ser primera de grupo.

En semifinales, el partido fue de gran exigencia ante Yugoslavia (5-3) y en la final completaron el pleno de triunfos frente a la hegemónica Hungría.

Fueron tanteadores muy bajos, pero tal y como recuerdan los jugadores, es que en la portería estaba 'san' Jesús Rollán y a su lado los doce apóstoles.

Salvador 'Chava' Gómez tiene muy claro que aquel fue su "mejor campeonato". "Veníamos jugando finales desde 1991 y así hasta 2001 en los cuatro Mundiales más las dos finales olímpicas de Barcelona'92 y Atlanta'96, pero especialmente en Perth jugamos muy bien", recuerda.

"Era otro waterpolo, con otras reglas a las de ahora y con menos goles. Ahí el miedo de los rivales era incluso a lanzar porque teníamos a Jesús (Rollán) y estábamos seguros con él en defensa, aunque también éramos muy buenos en ataque", insiste.

Jesús Rollán fue el portero menos goleado y Manel Estiarte el máximo goleador con el también recordado húngaro Tibor Benedek.

'Chava' cree que una de las claves de aquel oro y de aquel equipo era que lo pasaban "muy bien", porque eran "como una familia" y aunque "una película (en referencia a '42 segundos') diga que estábamos enfrentados y había mal ambiente, algo que es totalmente falso".

Gómez participó en cinco Juegos y lo ganó todo como jugador. Posteriormente como entrenador estuvo en el Real Canoe y el CN Sabadell hasta 2018. Desde entonces ha tenido que emigrar varias veces a China.

"Vivimos aquella década de éxitos, pero no se aprovechó para nuestro deporte y yo mismo he tenido que ir a entrenar fuera porque no tengo sitio para entrenar en España", lamentó.

El madrileño Iván Moro - oro en Atlanta'96 y en los Mundiales de Perth'98 y Fukuoka 2001-, que junto a su hermano Dani fue otro de los campeones del mundo, reconoció que jugaron y lo pasaron "muy bien en aquel campeonato".

"Me aburre cuando hay un aniversario que se recuerde todo y se quieran hacer ahora los homenajes que se debieron hacer en su momento como pasó con Jesús (Rollán)" y en este sentido cree que "somos un poco pesados al recordar lo que vivimos en aquellos años".

Se desligó del waterpolo, si bien ha colaborado con Alcorcón, ciudad waterpolista como delata el origen, entre otros, de la capitana de la selección española de waterpolo, Pili Peña.

Tampoco entiende que se lleve "a los colegios a ver la película 42 segundos' para promocionar el waterpolo cuando la película habla de otras formas para llegar al éxito y no me parecen valores que deban potenciar para los niños"

Otro de los waterpolistas de oro, el barcelonés Dani Ballart echa la vista atrás y jocosamente apunta: "Qué viejos somos, ya han pasado 25 años".

Más en serio destaca que el equipo era "un bloque" que llevaba jugando muchos años muy bien al waterpolo más allá de lograr medallas. "Hicimos un campeonato perfecto", dijo.

"Jugamos incluso mejor que en los Juegos de Atlanta, aunque era otro sistema de competición y perdimos dos partidos en la primera fase, aunque no pasaba nada" recuerda el sobrino de Jordi Sans, otro de los campeones eternos del waterpolo.

Ballart recuerda que ya habían jugado la final del Mundial de 1991 en aquella piscina de Perth y la habían perdido, igual que la siguiente en Roma 1994.

"Teníamos muchas ganas de lograr aquel oro y lo hicimos jugando un gran waterpolo con la suerte además de tener a Jesús (Rollán)", insistió.

Actualmente entrena al equipo femenino del CN Mataró, uno de los protagonistas del éxito de waterpolo femenino junto al CN Sabadell del que también formó parte del cuerpo técnico.

Los tres reconocen además de que jugaron el mejor waterpolo, que hubo un punto extra que les unió para lograr el primer oro en el Mundial.

Meses antes jugaron el Europeo de Sevilla de 1997 donde España llegaba con el oro olímpico y quedó fuera de las medallas al perder en cuartos de final ante Yugoslavia.

Chava Gómez recuerda: "Cuando estás arriba, vienen esos comentarios negativos, de que si estamos viejos, que si nos tenemos que jubilar" y eso "nos picó aún más para demostrar quiénes éramos y ganar el Mundial de la forma en que lo hicimos".

Iván Moro habla en términos parecidos como "algo intrínseco en nuestro país, de dar palos al que está arriba y eso que veníamos de ganar la medalla de oro en unas Olimpiadas y siendo como somos un deporte minoritario" y "sin duda fue un plus para todos".

Por su parte, Dani Ballart coincide con sus compañeros y rememora lo que vivió en el Europeo de Sevilla como "un boom de nuestro waterpolo" poniendo un ejemplo por "las dificultades que teníamos en salir de nuestro hotel camino de la piscina.

Dani Ballart y Chava Gómez se vieron en Mataró horas antes de hacer esta entrevista mientras que Iván Moro vive en Madrid.