Son 25 los años que ha cumplido el Forester en este 2022, después su aparición en 1997 y los retoques del Forester amplian la sensación de SUV potente y competente. El modelo que probamos realiza mejoras respecto a la última generación de 2018 y con el toque híbrido

Un coche con unas medidas de 4'62 metros de largo por 1'81 de ancho y 1'71 de alto que muestran esa sensación de amplitud, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Además de un maletero con 509 litros que triplica su capacidad hasta los 1.780 si abatimos los asientos traseros. Un maletero grande, ancho y con una bandeja interior que permite colocar algunos objetos.

El Forester ha emergido sobre la base que le ha dado el éxito como un vehículo familiar, robusto y obviamente con la actualización ha mejorado en seguridad, estética, tecnología y equipamiento. Diferente es también la disposición de los faros normales y los antiniebla.

El motor 2.0 de gasolina tiene 150 CV de potencia junto a una caja de cambios automática y un motor motor  eléctrico de 16,7 CV, alimentado por una batería de 0,6 kWh y 118 voltios para conjuntar el modo híbrido del robusto Forester.

Según cuentan desde Subaru el consumo sobre los 8 litros a los 100 Kms. Es un SUV potente y el pequeño motor eléctrico ayuda pero no incide en un menor consumo.

Los cambios a nivel estético se centran en la parte delantera con una gran parrilla central con el logotipo de Subaru en medio y un potente parachoques que aumenta ese sensación de robustez que complementan esos faros más grandes.

En la parte trasera mantiene su línea rotunda y homogénea con el robusto paragolpes mientras que la matrícula aparece centrada en el portón situada por debajo del logotipo de Subaru.

Disfrutamos de comodidad en el interior con unos asientos amplios tanto en la parte delantera como en la trasera. Pudimos observar como tres ocupantes en la parte trasera viajaban cómodos, una circunstancia que no sucede en otros vehículos de similares características para el ‘sufrido’ pasajero que ocupa la parte central trasera.

Sobriedad en el interior con la pantalla central junto a la otra pantalla con conectividad para los smartphone y con estos se ahorran poner un navegador. Eso sí, una de las novedades es la posibilidad de cambiar la climatización situando la mano por delante mediante su sistema de reconocimiento de imágenes.

Confortable

Sentados al volante, el Forester es un coche francamente confortable, más allá de los asientos, sino también de la conducción con la mejoría en las suspensiónes y su tracción a los cuatro ruedas.

Destacamos el sistema Eye-Sight con toda una seria de ayudas en seguridad que van desde los avisos de cambios de carril al sistema de frenado de emergencia, realmente muy necesario cuando menos te lo esperas.

Funciona bien en todos los terrenos que para eso es un coche polivalente en los diferentes modos de conducción.

Entre ellos está el programa X-Mode con dos ‘modos’: uno para unas condiciones más lights, y el otro para terrenos más complicados con mucho barro o nieve. Aunque en nuestra prueba no hizo falta usarlo.

En definitiva, un todoterreno con todas las letras, familiar, versatil, robusto y cómodo.