El Arona nació en un momento espectacular para Seat con el Ateca y el Tarraco y en la fase de expansión que ha dado lugar a la creación de Cupra como hermana lujosa de la marca catalana.

El modelo FR lógicamente presenta un aire más deportivo con llantas de 17 pulgadas, paragolpes más pronunciados y molduras de color negro. Además de estos cambios extra para el tope FR cuenta con un gran alerón en el techo y faros Full LED. Va de 0 a 100 en poco más de 8 segundos y goza de buenas cifras de consumo. 

Disfrutamos de la conducción en todos los aspectos y pudimos comprobar tanto por autopista como vías locales con buenas sensaciones al volante.

El Arona cuenta 4'138 m de largo con 1’552 m de alto y con 1'780 m de ancho. Las comparaciones con su hermano Ibiza son tales que tiene exactamente la misma anchura. Además cuenta con 400 litros en el maletero. Unas cifras excelentes para su categoria.

El nuevo Arona ha mejorado en muchos aspectos. En el interior por ejemplo tiene más espacio que se traduce en una mayor habitabilidad y especialmente se agradece, como es en mi caso, en la altura. Es un coche más alto que por ejemplo el Ibiza.

El interior es excelente con un nuevo diseño, materiales de calidad y la sensación que lo visto por fuera se traduce por dentro con una cuidada línea entre el diseño y la calidad tanto de los asientos como en el frontal. Así el nuevo salpicadero cuenta con mejores materiales y una pantalla de 9’2 pulgadas en el modelo FR. Además el cuadro de instrumentos digital llega hasta los 10’’25. Notable evolución.

El Seat Arona 1.5 EcoTSI de 150 CV que probamos es el más potente de la gama. Una gama que está formada por otras tres variantes, dos más de gasolina (1.0 EcoTSI de 95 CV y 1.0 EcoTSI de 110 CV) y una de GNC (1.0 TGI de 90 CV). 

El éxito del Arona queda reflejado en sus cifras de venta y como ha logrado hacerse un hueco entre los coches más demandados con toda la calidad de Seat, ya sea Ibiza, León, Ateca, Tarraco o en el caso que nos toca Arona. Un nuevo acierto.